«Si no abre la puerta de una habitación en una semana… ¡tire los tabiques ya!»

El centro de Murcia, hasta no hace tanto casi agonizante por la crisis económica que aún se arrastra, parece que se recupera poco a poco. Y para devolverle el esplendor a sus casas y bajos comerciales, una legión de arquitectos ya está dispuesta. Uno de ellos es Antonio Rabadán, quien estos días ultima algunos proyectos que llevará a cabo en pleno corazón de la urbe. En su opinión, «ya basta de paredes blancas y suelo de madera». Mezclar sin miedo, pero con un gusto exquisito, es su propuesta. Es la única forma, como sostiene, de crear espacios que hablen de su propietario y donde uno pueda sentirse a gusto. De entrada, Rabadán advierte de que si algo no se usa, como el caso de la puerta que menciona, lo mejor es eliminarlo.

– ¿Es cierto que se ha revitalizado la restauración de pisos en el centro de la capital?

-Es cierto que el centro está de moda. Y es un lujo accesible si se elige bien una antigua vivienda y se transforma inteligentemente en un espacio que, además, cubra hasta la última mejora de cualquier piso nuevo de calidad situado en la periferia.

– ¿Qué gustos arquitectónicos tienen los murcianos?

-El cliente murciano es cada vez más exigente y ya no le vale solo una solución aparente y con estilo, sino con una buena base de funcionalidad. Al final la clave esta en combinar ambas cosas teniendo como resultado un espacio totalmente personalizado, algo hecho a medida, que impacte.

– ¿Y tienen sus casas bien decoradas o cualquier cosa vale?

-(Risas) Yo matizaría la pregunta. Mire, las casas no se decoran. ¡O no deben decorarse! Las casas se convierten en espacios funcionales a través de los acabados, de los muebles, de la iluminación… En general, se trata de soluciones que se adaptan a la necesidad de cada persona. ¿Que tiene que ser bonito e inspirador? ¡Por supuesto!

– ¿Resulta caro o barato disfrutar de un hogar bonito y con clase?

-Sin lugar a dudas, vale lo mismo lo bonito que lo feo. Al final, no debemos entender un espacio o un objeto como único, sino como parte de un conjunto. Por eso, muchas veces los clientes tienden a enamorarse de cosas muy dispares que en un mismo espacio pueden llegar a ser un desastre.

– ¿Cómo definiría la arquitectura que desarrolla?

-Lo que más hacemos es transformar locales comerciales y viviendas. Creemos que los espacios se ordenan solos, donde todo tiene su sitio. Huimos de la arquitectura impersonal donde podría vivir cualquier persona, pero donde nadie en realidad disfruta viviendo.

– ¿Qué consejo daría para una pequeña reforma?

-¡Dar el paso! Cuando realmente tienes en mente un cambio es que algo falla. Lo mejor es ponerse manos a la obra. En la era en la que vivimos tenemos un millón de opciones, sin movernos de casa, para empezar a soñar. ¡Si no abre una puerta de una habitación en una semana… ¡tire los tabiques ya!

– Eso es un consejo arriesgado…

-Para nada. Eso sí, siempre de la mano de un profesional. Principalmente, para no lamentar un desastre y, además, porque es la única forma de asegurarnos desde el principio que el resultado va a ser sorprendente.

– ¿Cuál es el último grito a la hora de diseñar un hogar?

-¡Mezclar sin miedo! Dejemos atrás los espacios blancos con suelos de madera, impersonales y provoquemos que sucedan cosas interesantes. Tu espacio, tu casa, tu local… es lo que habla de ti.

– ¿A qué nivel se encuentra la arquitectura actual en la Región respecto a España?

-En la cima. Pero no solo en arquitectura, sino en otras disciplinas. ¡Murcia es la huerta de Europa! Y no solo agrícola, sino en grandes talentos: moda, diseño, arquitectura, fotografía y gastronomía son, sin duda, sectores donde vamos a dar mucho que hablar. Contamos con grandes profesionales y con un talento brutal. Dejemos atrás lo aburrido y vamos a aportar nuestro toque personal a todo.

– ¿Y qué conseguiremos con ello?

-Diferenciarnos.

FUENTE: «Si no abre la puerta de una habitación en una semana… ¡tire los tabiques ya!» | La Verdad